De vez en cuando dejo a mi mano escribir sin pedirme permiso. Dejo a mis dedos teclear, de la misma forma que un músico los dejaría hacer escalas libremente. Entonces mis dedos sueñan que están haciendo música, mis oídos sueñan que la escuchan, mi sangre siente que vibra y mi vida pasa de repente por mis ojos.
Y viajo por el precipicio. Lloro. Siento. Canto. Toco. Juego. Hablo. Grito. Tiemblo. Sueño. Escribo. Río. Dejo a mis manos escribir libremente.
Entonces, mis manos recuerdan el día.
El mes.
La hora.
Recuerdan que no hace tanto las cosas eran diferentes.
Mis manos escriben y sueñan que viajan por la piel de una mujer, por sus senos, mis manos recorren con sus propios ojos el cuerpo de una mujer. Lo comprenden. Lo aman. Se convierten en él y lo besan. Mis manos recuerdan.
Y lloran. Recuerdan y lloran.
Porque comprenden. Porque saben que hay una lucha que librar. Porque saben que hay una lucha que miles de mujeres ganan día con día. Porque son mis manos quienes saben que todas son triunfadoras, porque son mis manos las que narran sus victorias.
Mis manos escriben por ellas.
Por las mujeres. Por el mes rosa.
Por el mes de la belleza en la mujer.
¡Gracias! ¡Gracias por ustedes!
La tinta de mi sangre no deja de recordar. Las letras de mis ojos siempre darán vida. Mis ojos viendo por dos. Mi sangre viviendo por dos. Mi vida viviendo por dos. La tinta de mi sangre siempre me llevará hacia ella. Hacia ustedes. Hacia las mujeres y su lucha: la belleza de la humanidad.
Las que recordamos el día, el mes y la hora; las que hemos llorado, te agradecemos que escribas por nosotras. Es verdad que todas somos triunfadoras y que es una lucha injusta que nunca quisimos tener. Gracias por entendernos y decirlo de forma tan linda. Gracias de todo corazón.
Gracias a ti. A lo que eres. A tu sonrisa y a tu maravilloso carisma. Gracias. Definitivamente me has enseñado tanto… Un beso
Gracias, mil veces gracias.
Gracias a ti. Con el corazón en la mano. Gracias por seguir cerca. Beso
va un brindis por ustedes, mujeres hermosas
Salud!
Gracias a ti por valorar, comprender y amar la vida del mundo femenino, seguramente como pocos…