Una necesidad transparente de desaparecer. De encontrar el balance entre lo invisible y lo sólido. Una fantasmal necesidad de no existir. De regresar desde el anonimato del deseo y colarme, sin nombre, en cada cama, en cada aliento. Una necesidad fantasmal de ti. De un nosotros que poco a poco se ha ido construyendo hasta llegar a miles.
Desaparezco justo cuando vuelvo, para regresar a la cotidianidad del egoísmo interactivo, un día cualquiera, un momento cualquiera, un par de palabras. Y adiós. A otra cosa. Seguimos enfrascados en alguna imagen. Transparente. Tal vez invisible. Esa imagen que me permite desaparecer para aprender a soñar de verdad.
¡Quizás vaya comenzando a existir!
¿Estarás aquí aquella mística tarde?
Desaparecer para aprender a soñar de verdad…
aparecer para olvidar como soñar de a mentiras.
Seguiremos esperando.
Te sigo esperando!!!
¿Quieres que esté?