En un recuento de la información de la que fuimos víctimas algún día, te pienso.
En ese recuento, te veo de colores. Te respiro de colores. Te pienso hecha poesía.
De pronto, gracias al pasado, veo tu sonrisa desde la luz que da tu espalda.
Finalmente descubro la locura de tu esencia. Somos aire de color.
Palabras y notas, sonidos e imágenes. Sexo y flama por el hecho de ser la luna del abstracto. Sexo y flama por ser nosotros mismos en el tiempo.
Mil colores. Hechos uno. Somos poesía porque no tenemos alternativa.
Somos aliento al respirarnos, somos ese breve orgasmo atrapado en un abrazo. En ese recuento de la información de la que fuimos víctima.