Disfruté de esta entrevista (The Atlantic) que hace Jeffrey Goldberg a Mel Gibson. Me encanta la falsedad, me encanta el humor negro, me encanta el sarcasmo de ambos haciendo su hisitoria de odio. Goldberg no duda siquiera por un instante del móvil escondido de Gibson para hacer su película de los macabeos. Pero al final cierra con un mensaje: hay cosas más importantes para las organizaciones judías del mundo que andar preocupándose por Mel Gibson.
Historias de guerra, de héroes, demonios y nostalgia. Fe. Traición y guerra. Historias de quienes luchan por sobrevivir. Historias de aquellos que luchan por destruir, triste mecánica humana. Dividir horizontes para divulgar odio por medio de la fama. Triste mecánica.
Yo no me creo la versión de Gibson en la entervista, ¿alguien sí?