De nuevo dejo a mis manos escribir para marcar un nuevo regreso. Interacción e inmediatez. Obsoletos los silencios y las torres de marfil: la espera. La arrogancia toma en esta era una nueva cara, es víctima de una metamorfosis. El arrogante debe estar dispuesto a defenderse de millones de voces. Y mantener a puño libre su arrogancia.
Intento buscar alguna inspiración que me ayude a cuadrar el toque final de un camino que llevo explorando ya unos años. Algunas veces la encuentro, otras me es más difícil. Sin embargo, no he descansado en la búsqueda.
Ayer presenté una revista que se puede leer, por el momento, solo en iPad. Es un proyecto que considero parte de la exploración del mundo digital, de la inmensa red. Un formato que pueda contribuir a la fusión del arte y la tecnología, del buen gusto y el entretenimiento. Algunos no estuvieron de acuerdo con el formato porque no tienen acceso a él. Otros lo aplaudieron. Algunos buscaron la forma de conseguirlo y otros simplemente no hicieron caso al respecto.
Pero mi punto de vista es sencillo: las tablets serán un día lo que las computadoras personales son hoy. No quiero esperar hasta ese momento para hacer mi presencia en ese medio. No hay más. No tengo más razones. Cuando alguien encuentra algo en lo que cree tiene que seguir por esa línea a pesar de que en ese momento no sea del todo popular. No dejaré de escribir aquí, seguiré con los viernes de Humedad y con los Miércoles de imágenes. Me interesa mucho el mundo digital como forma de divulgación. Apoyo a la literatura digital con toda mi fuerza y hasta el final. Y creo que los tablets y los lectores electrónicos vienen para quedarse. Por eso se puede encontrar alguna novela mía en Kindle, por eso la siguiente novela que publique será electrónica. Por eso pensé en el iPad para hacer mi primera revista digital. Porque creo en el formato, porque creo en el hoy y en el mañana. Y porque me gusta ser parte de ellos.
Intento buscar la inspiración: por eso dejo a mis manos escribir, por eso sigo aquí, tecleando. Porque creo que la era digital es un instrumento del arte, no es el arte en sí. El arte lo dan los sesos y el estómago, tal vez el alma, nunca las aplicaciones.
¡Gracias por seguir conmigo!
Buen día.
Es un placer leerte, comprare una Ipad! Saludos!!