La fragilidad de la seducción. Del egoísmo e intimidad de las palabras. La fragilidad de cada letra cuando acaricia, cuando intenta revivir al sentimiento, cuando lo revive, cuando lo aviva. La fragilidad de aquel fuego a la intemperie, intentando permanecer. La fragilidad de la seducción nos acosa disfrazada de romance. Y seguimos cayendo en el silencio y las pasiones entorpecidas. A veces somos cuerpos, a veces sudor. A veces mucho más. De pronto decidimos encontrarnos al amanecer, entre besos y orgasmos. Entre insinuaciones y delirio. Entre lo que somos y lo que pretendemos.
Estoy hecho de prosa, de letras. De sensaciones hechas tinta. Perdidas entre las multitudes del olvido. De pronto sueño con locura, de pronto sueño con imágenes y con besos. Pero entiendo que la seducción y sus logros son tan vulnerables como el ser.
Luego me doy cuenta que no existo, que me desvivo en un paraíso escondido llamado libertad. Y escribo para gritar, para respirar, para destilar locura. Creo en la seducción solo por una razón: ¡porque sé que es vulnerable!
En tiempos de decisiones es importante comprender que todo, absolutamente todo aquello en lo que creemos es relativo, tan relativo como frágil es la seducción.
y no hay seducción sin la imaginación del seducido, osea que el que se seduce al final es uno mismo creando su propia realidad. Y ni el seductor ni el seducido existen, solo la seducción y su creación.
La ausencia seduce a la presencia dice Baudrillard
Hemos sido, somos y seremos seducidos por la tinta!!!
De pronto decidimos encontrarnos al amaecer!
«…La fragilidad de la seducción nos acosa disfrazada de romance»
Es exacta la definición, al menos para mi….
Me encanta tu blog…asi de simple..