El primer concepto del día debe ser algo similar a la primera frase de un post. Para mí generalmente es un debraye, o un debraye acompañado de un café. O un café acompañado de una fantasía. Para mí el primer concepto del día debe ser una iniciativa sensorial.
Entonces, mi imaginación echa a volar en ese primer momento del día. Antes de comprender el mundo actual, antes de querer enterarme de ese mundo actual. Primero nacen las fantasías. Dejo de ser yo por un momento para convertirme en un ser de aire y viajar un rato para reconocer a la mañana y sus protagonistas, me muevo entre orgasmos y sudor, entre gemidos y abrazos de ternura. Observo la pasión del mundo, despiadada cuando se trata de sensualidad. Vivo desde dentro el paréntesis de la vida cotidiana al amanecer, veo a mujeres que tocándose al lado de su hombre dormido, a hombres escondidos en el baño. Veo a mujeres húmedas buscando despertar a sus parejas para tener sexo. A hombres con acercando su erección recién despierta a sus parejas para hacerlas reaccionar.
Escucho, veo, huelo. Soy de aire y disfruto del gesto de cada orgasmo. De cada gemido. De cada mujer que grita a solas, de cada mujer que no grita para no despertar a quien duerme en el mismo cuarto. Disfruto de aquellos que amanecen en otra cama, de aquellos que se disfrutan y de aquellos que disfrutan de otros.
¡Hasta que llega el café!
El café me cambia de estado y me convierto en partículas líquidas de aroma. Y poco a poco voy tomando cuerpo, cara y nombre hasta que llega la tinta. Hasta que llega a mis manos algo de papel. En ese momento soy humano y me convierto en un viajero del planeta Tierra por un segundo.
Pero sigue siendo de noche. Sigo disfrutando del silencio del día, del silencio que está a punto de romper en colores. En rojos, azules y amarillos, en naranja, negro y blanco, en todos esos tonos de soles, de nubes, de lunas y de sueños que algunos llaman amanecer. El café en mano. Tal vez ya salí a correr, tal vez, no. Posiblemente ese día corrí mientras era aire. Lo importante es que llegaron las letras, el café y mi mañana.
Leo y pienso, mientras leo, viajo. Me entero mientras viajo, no mientras leo. Y siempre hay algo del día que me llama la atención. Hoy es el blog, los blogs como concepto. Y ayer fue un director de cine que no conozco.
Del tema de los blogs hablaré mañana, y del director de cine no sé nada, así que abro un foro esperando que alguien que lo conozca opine algo. Se llama Tomas Alfredson y es sueco. Este año presentó su película basada en la novela de John le Carré Tinker, tailor, soldier, spy; y ayer escribieron en el país una apología tremenda de dicha obra, y una no menos espectacular de su anterior filme Let the Right One In, al parecer de lo mejor que hay de vampiros. Me declaro ignorante pero lo buscaré.
¿Alguien sabe de él?
Me preparo para el tema de los blogs. Creo que encontré una teoría que me apasiona mucho más de lo que pensaba, y esa tiene que ver con la literatura electrónica, blogs y diseño.
AYER
CARRERA: No. Nadé 35 minutos
MEDITACIÓN: 20min (como nuevo)
YOGA: Ya encontré instructor. El lunes próximo empiezo
NOVELA: Me he apasionado mucho en la investigación del blog y la dejé. Tache.
CONSEJO: Cuando vueles por habitaciones de desconocidos deja a tus manos recorrer al mismo tiempo que tus sentidos. Si te conviertes en aire, no dejes a tus manos atrás.
IMAGEN: Lo que buscamos detrás de nuestros ojos
Me encanta esta nueva manera que tienes para contarnos tu mundo. Es mucho más personal y cercana y aun sigue manteniendo el misterio que siempre envuelve tus escritos. Estoy disfrutando mucho de tu nuevo blog, fantasma.