PROFESIONALES DE LA INFORMACIÓN

En su columna de hoy en El país, Elvira Lindo habla de la diferencia entre el periodismo y la comunicación. De la diferencia entre profesionales y diletantes. Habla también de lo que llaman el fin del periodismo.

Compara a los lectores de periódicos con lectores de Facebook y usuarios de Twitter. No habla de papel o formatos digitales, habla de periodismo y comunicación: de aquellos que aman leer los periódicos (tanto como para leer varios al día) contra aquellos que están conectados todo el tiempo y piensan, por eso que están a la vanguardia de la información. Y no (como lo dice ella).

Luego habla de la medicina tradicional y la medicina alternativa como analogía a la situación actual del periodismo. Dice que el periodismo “se acaba”. Yo creo que el periodismo reinicia.

He hablado hasta el cansancio en este blog y en otras publicaciones acerca de la mediocridad de la comunicación en la era digital, de la sobre oferta de información y la cantidad de mierda que abunda en el infinito universo de la red. He hablado mucho de la necesidad de los profesionales y he aconsejado no dejar a un lado a los medios tradicionales o clásicos.

Para mí lo más importante es la calidad, en el arte, en la comunicación, en el oficio. El periodismo se convierte en la historia, en la voz de nuestra era. El periodismo es quien dirá mañana quiénes éramos hoy. Y para eso se necesitan voces de verdad y no peleles. Por eso la vanguardia de la información la siguen llevando las grandes plumas, son y serán quienes hablen por nosotros.

Y para eso hay que hacer otra comparativa que falta en la columna: profesionales contra diletantes. Sí, pero no profesionales del impreso contra diletantes de la digital. Eso es una comparativa coja. Profesionales contra profesionales y diletantes contra diletantes. No podemos comparar lo peor de un mundo contra lo mejor de otro. Eso nos deja tuertos.

Seguramente Elvira Lindo no ha leído los periódicos en México para darse cuenta de lo que hacen los “profesionales” en el periodismo. Razón por la que muchos apreciamos las nuevas tendencias de la información. Aquellos lectores empecinados que damos oportunidad a nuevas plumas.

Los que no creemos que el periodismo esté llegando a su fin, sino que creemos que acaba de llegar a un nuevo comienzo. Un nuevo comienzo que también incluye a profesionales.

 

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¿QUIÉN PUTAS ES TAO LIN?

Acabo de toparme por alguna razón con Richard Yates la segunda novela de Tao Lin en algún e-mail. Decidí leerla.

Un par de veces me he dado la vuelta por el blog de este escritor taiwanés/neoyorquino, depende de mi estado de ánimo si me cae bien su precariedad o no. Sabía de sus novelas, sabía de su blog, en algún momento lo seguí en Twitter y no me fue fácil soportarlo. Sin embargo, lo entiendo como un a un jugador importante en la era digital, un escritor joven que se ha ido construyendo en la plataforma de nuestra era digital. No puedo descartarlo sin conocerlo. Voy a echarme un clavado en su libro y por aquí mismo les comento qué opino. De cualquier forma, vale la pena echarse un clavado en su blog heheheheheheheeheheheehehe.com o en su irritante cuenta de Twitter.

¿Alguien ha leído ya a Tao Lin?

Por otra parte, hoy es viernes y más tarde voy a publicar aquí mismo una Humedad. Así que quienes no han leído la de la semana pasada, háganlo de una vez porque en la tarde cambia.

ENTRE TÚ Y YO

Si llegaste hasta aquí es porque seguramente lees blogs. O porque te gusta el erotismo y alguien te dijo que aquí encontrarías algo de eso. Si llegaste hasta aquí tienes algún tipo de relación con la poesía, o con el mundo digital. O conmigo, tal vez nos conocemos hace mucho, o hace muy poco, da igual. Si llegaste hasta aquí, también pudo haber sido por Twitter, o Facebook.

Aquí estás. Leyendo unas palabras, regalándome un poco de tu tiempo para ver qué diré. Si escribo algo nuevo o algo cachondo. Si es que más adelante encontrarás algo de peso en este post, algo que puedas recomendar, o contar, o compartir. Tal vez algo que te haga mentarme la madre y decidir dejar de seguirme.

Pero aquí estamos, en este momento tú y yo, en medio de la democratización de las letras, gracias a la democratización de las letras. Buscando conocernos más íntimamente. Aquí estamos solo dos. Nadie lee más que tú. Y yo. Soy un lector más una vez que escribo, comparto todo. Contigo.

Lo único que sé de blogs lo aprendí leyendo blogs. Y escribiendo blogs, casi diario por años.

Lo único que sé de literatura lo sé porque he leído libros. Y porque tengo más de un millón de palabras escritas.

Lo único que sé de ti es que estás leyendo este blog.

 

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SOÑÉ

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De pronto soñé. Fue en medio de una conversación telefónica que me imaginé a mediados del siglo XX. Con corbata y pañuelo, zapatos con mucho brillo y cigarro inevitable en la mano. Frente una máquina de escribir, listo para idear algo, para escribir mi columna de la semana, o para tirar al bote de basura una página más echada a perder. Tal vez una novela, quizá explorando el género de los detectives, o hablando del surrealismo, visto desde lejos, desde la trinchera de lo lejano, de lo deseado, de la maravilla de los sueños, del absurdo, de todo aquello que venía revolucionando al mundo del arte. O no.

Tal vez escribiría historias en las que mujeres hermosas buscaban el dinero y la fama, para terminar solas siendo amante del algún millonario neoyorquino que nunca reconoció haberla conocido, incluso a pesar de tener un hijo con ella.

Quizá buscaría la forma de pasar de casa en casa para regalar un poema a la persona que abriera la puerta, o los volaría por la puerta, tal vez pintaría con tinta en las mesas de los restaurantes. Soñé que escribía poemas con pluma fuente.

De pronto soñé. Hablaba por teléfono y soñé que compraba una imprenta. Mía, yo era el dueño de la imprenta, del diseño, de los textos, dueño absoluto de mi contenido y mi distribución, dueño absoluto de cada una de las recomendaciones y opiniones que nacían de mi tinta.

Me soñé frente a una pequeña rotativa, en mi oficina, con mi cámara fotográfica para hacer los negativos, para salir a la calle y tomar fotografías que adornen mi columna en mi revista. Me soñé en un escritorio inclinado con mis estilógrafos y mis tintas de colores. Me soñé en medio del olor a tinta y papel. Me soñé ensuciando mi corbata, bebiendo güisqui, fumando. Gritando. Sin prohibiciones, sin mayor pretensión que escribir en mi amada máquina de escribir.

Me soñé en lo mejor de mi época.

Y al regresar a la realidad, no pude sino sonreír. Intenté contar mi sueño pero ya no había nadie al otro lado del teléfono. Así que reí. Luego, a solas, solté una carcajada.

Hoy soy mi sueño. Gracias por leer de vez en cuando en este secreto espacio para gritar, soñar y hacer lo que me da la gana con las letras.

Gracias por darme vida en la era sociodigital.

SENSUALIDAD Y POESÍA. BLOGS Y PERIODISMO

Al inicio de su libro A cuerpo abierto, Manuel Rivas cita al poeta René Char.

 

Tienes prisa por escribir,

como si fueras con retraso respecto de la vida.

Si es así, acompaña a tus fuentes.

Apresúrate.

Apresúrate a transmitir

lo que te corresponde de maravilloso de rebeldía de

generosidad.

 

Esta frase nos describe. Me describe. Esta frase describe a toda una era que Manuel Rivas dibuja en A cuerpo abierto, un divertido e impresionante viaje por el periodismo indie.

Yo no sé si comprendo del periodismo indie, o del factor indie en el arte, o de la era de los blogs, universo otrora llamado blogósfera. Lo que sé es que comprendo el valor literario de algunos textos con los que me he topado con el tiempo en blogs o diferentes documentos digitales y comprendo no solo su valor literario, sino su importancia en la voz de la actualidad.

De vez en cuando, leyendo columnas en periódicos de papel siento ya la necesidad, de comentar, o de poner Like, o de compartir de inmediato el enlace con mi gente en Twitter.

Y encuentro qué escribir. De pronto una prisa insoportable me invade y me obliga a sentarme en mi computadora y escribir desesperadamente, comentar, gritar y despotricar de todo aquello que pienso. Y entiendo la visión del mundo que plantea Manuel Rivas hablando del periodismo indie y de su valor literario.

Entonces yo me topo con dos ítems previos en mi lista de prioridades literarias: dos factores previos a lo que se pueda llamar periodismo, digital o no, indie o no, sociodigital o no: 1) la poesía y 2) la sensualidad. Aquí entran mis relatos, mis ensayos, mis simples posts y el resto de mi prosa. Ahora sí, el valor periodístico o literario de cualquier texto entra al siguiente nivel.

¡Y me da igual cómo se llame!

 

Ahondo en la poesía. En mi visión de la poesía y en su presencia en mi prosa, empezando porque para mi no hay un cajón de la vida que se llama poesía, para mí la poesía es la vida. Punto. Mis poetas viven conmigo y mis textos viven de ellos. Cada tuit que escribo, cada punto de una carga de negocios. Cada cosa que alcancen a percibir mis sentidos tiene alguna relación con la poesía, ¿cómo no lo tendría entonces un blog? Por lo tanto, un blog, para mí es un espacio poético. Así como suena.

La sensualidad es el siguiente factor, un factor de seducción y fuerza bruta. De intimidad y conciencia. La sensualidad es la llave. El punto clave entre la imagen y el texto. La puerta de entrada a las sensaciones que terminarán a flor de piel. La sensualidad es la puerta de entrada a la poesía. Y si se puede alcanzar imágenes con dicha puerta de entrada, es una antesala a la furia de la voz.

Es así como de la poesía pasamos a la sensualidad y de ahí al valor literario del periodismo indie. En este caso, del valor literario de los blogs. Aquí está el movimiento, aquí está la poesía. Aquí está lo que promueve música, arte, fotografía, moda y periodismo. Aquí está el futuro de la comunicación y la información.

Tienes prisa por escribir.

¿Tienes prisa por escribir? ¡Apúrate! Y busca en la belleza de la prosa el valor de la seducción.

Tienes prisa por leer. ¡Lee! Corre. Hazlo ya.

Seduce, comenta. Se independiente.

Y déjate seducir. Porque no existe mayor seductor que las palabras. Y la reina de la seducción de las palabras se llama poesía.

Lo demás es logística.

HABITACIONES DESCONOCIDAS AL AMANECER

20110906-124436.jpgEl primer concepto del día debe ser algo similar a la primera frase de un post. Para mí generalmente es un debraye, o un debraye acompañado de un café. O un café acompañado de una fantasía. Para mí el primer concepto del día debe ser una iniciativa sensorial.

Entonces, mi imaginación echa a volar en ese primer momento del día. Antes de comprender el mundo actual, antes de querer enterarme de ese mundo actual. Primero nacen las fantasías. Dejo de ser yo por un momento para convertirme en un ser de aire y viajar un rato para reconocer a la mañana y sus protagonistas, me muevo entre orgasmos y sudor, entre gemidos y abrazos de ternura. Observo la pasión del mundo, despiadada cuando se trata de sensualidad. Vivo desde dentro el paréntesis de la vida cotidiana al amanecer, veo a mujeres que tocándose al lado de su hombre dormido, a hombres escondidos en el baño.  Veo a mujeres húmedas buscando despertar a sus parejas para tener sexo. A hombres con acercando su erección recién despierta a sus parejas para hacerlas reaccionar.

Escucho, veo, huelo. Soy de aire y disfruto del gesto de cada orgasmo. De cada gemido. De cada mujer que grita a solas, de cada mujer que no grita para no despertar a quien duerme en el mismo cuarto. Disfruto de aquellos que amanecen en otra cama, de aquellos que se disfrutan y de aquellos que disfrutan de otros.

¡Hasta que llega el café!

El café me cambia de estado y me convierto en partículas líquidas de aroma. Y poco a poco voy tomando cuerpo, cara y nombre hasta que llega la tinta. Hasta que llega a mis manos algo de papel. En ese momento soy humano y me convierto en un viajero del planeta Tierra por un segundo.

Pero sigue siendo de noche. Sigo disfrutando del silencio del día, del silencio que está a punto de romper en colores. En rojos, azules y amarillos, en naranja, negro y blanco, en todos esos tonos de soles, de nubes, de lunas y de sueños que algunos llaman amanecer. El café en mano. Tal vez ya salí a correr, tal vez, no. Posiblemente ese día corrí mientras era aire. Lo importante es que llegaron las letras, el café y mi mañana.

Leo y pienso, mientras leo, viajo. Me entero mientras viajo, no mientras leo. Y siempre hay algo del día que me llama la atención. Hoy es el blog, los blogs como concepto. Y ayer fue un director de cine que no conozco.

Del tema de los blogs hablaré mañana, y del director de cine no sé nada, así que abro un foro esperando que alguien que lo conozca opine algo. Se llama Tomas Alfredson y es sueco. Este año presentó su película basada en la novela de John le Carré Tinker, tailor, soldier, spy; y ayer escribieron en el país una apología tremenda de dicha obra, y una no menos espectacular de su anterior filme Let the Right One In, al parecer de lo mejor que hay de vampiros. Me declaro ignorante pero lo buscaré.

¿Alguien sabe de él?

Me preparo para el tema de los blogs. Creo que encontré una teoría que me apasiona mucho más de lo que pensaba, y esa tiene que ver con la literatura electrónica, blogs y diseño.

AYER

CARRERA: No. Nadé 35 minutos

MEDITACIÓN: 20min (como nuevo)

YOGA: Ya encontré instructor. El lunes próximo empiezo

NOVELA: Me he apasionado mucho en la investigación del blog y la dejé. Tache.

 

CONSEJO: Cuando vueles por habitaciones de desconocidos deja a tus manos recorrer al mismo tiempo que tus sentidos. Si te conviertes en aire, no dejes a tus manos atrás.

 

IMAGEN: Lo que buscamos detrás de nuestros ojos