Una historia. Mil historias. La era digital desesperada. Una sonrisa. Las sonrisas. Una vida que decide muchas vida. Un impacto en la existencia y la pasión.
La razón, la poesía. La forma: digital. Resultado, la locura. La razón son las letras, la tinta, el alcance de un minuto.
Hoy recuerdo a Leonard Cohen. Inmerso en su vida paralela, al arte, a sí mismo, al mundo de la poesía. Leonard Cohen hizo con la poesía en los años sesenta lo que hoy hacen miles de blogueros en el mundo. Darle vida y difusión. Hacerla historias. Hoy es una historia. Este blog es una historia, las imágenes de diario son historias. Y la poesía nos persigue, nos demanda, nos aclama. La poesía nos consume en la era digital.
Humedad. Pasión y sueños. Una historia. Mil historias. Todo lo que la tinta puede hacer por la carne, por el deseo, por el placer.
Una sonrisa. Muchas sonrisas, la música y las imágenes. Lo que hubiese pensado Warhol, Cohen, Woody Allen y tal vez Dalí. Estamos llenos de locura, de imágenes sobreponiéndose a otras. De blogs maravillosos. De maravillosos encuentros que hacen historias.
Nuestra era digital se vive, sobre todo, en el ombligo. En el fuego de la piel.
¡A gritar!
¿Qué gritas tú en la era sociodigital?
Las veo. 🙂
Te ven. Las historias te encuentran. Gracias!!!
…un gust leerte. Yo grito lo que pienso.
Y yo escucho lo que gritas. Revivo en el sonido. Gracias
Me gustan lo que se siente en el ombligo cuando te leo. Finísimo.
❤
Tienes acaparada mi atención.
¡Bravo!
El ombligo es un instante desvelado. Las letras un hogar de aquel instante. Gracias!
Ok, el «gustan» sin la «n» ;P
Ahhhh…nunca sentí nada parecido!!! ;f
Mil historias disfrazadas de papel. Gracias por darle oportunidad a mis letras. 🙂