Sabía lo que callaba cuando descubrí a escondidas tu silueta. Sabía lo que ocultabas y yo también callaba. Lloraba y te sentía de frente a la madrugada. Volaba sin secretos a tu espacio. Callaba. Viajé de noche y dormí de día. Regulaba la temperatura de tu cuerpo con caricias. Sabía lo que aquel silencio me decía. Sin dejar de pensarte de pronto amanecí. Siendo tuyo, sin alternativa. Sabía lo que callaba cuando te besé. De vuelta a la ignorancia del pasado nos escondimos de todo ruido. Callamos. Únicamente para convertirnos en dos lenguas enredadas. Después nos desvanecimos en la noche.
¡Qué bonito escribes! Eres todo un poeta. Quizás yo hubiese utilizado otra fotografía para ilustrar los versos, pero lo que sí es un acierto es haberla utilizado en blanco y negro.