Anoche, terminando de cenar, alguien me preguntó la edad de Woody Allen. El mejor momento para el ya clásico chiste: Ahora le mando un mensaje para preguntar, decía yo mientras introducía un texto en Google desde mi iPhone.
El primer resultado que arrojó la búsqueda fue de Wikipedia, así que di clic.
Acto seguido, shock. Wikipedia decía que Woody Allen había muerto el 25 de septiembre de 2011.
Busqué fuentes formales. Indagué en Twitter, pregunté tanto como pude. Y en un momento, la teoría estaba desmentida: no, Woody Allen no había muerto. Punto.
Saber que Woody Allen seguía vivo era una gran noticia. Medianoche en París ha sido una de las mejores películas que he visto recientemente. La sociedad que Allen dibuja en Manhattan al lado de un maravilloso Gershwin y su Paam parapapapapa pa pa. Tarará tarará tarará, ha sido una de mis más grandes inspiraciones para escribe crónica y ficción en los últimos tiempos. Y todo lo que viene en el inter ha sido de una espectacular influencia para cada letra que escribo. La forma en la que Allen aborda, refleja y conecta al arte con la persona promedio me ha parecido brillante desde que conozco al escritor músico cineasta Woody Allen, a mi juicio uno de los más grandes creativos con vida. A pesar de lo que el vandalismo digital haya querido lograr anoche.
El problema se solucionó bastante rápido y reafirmó la gran discusión de la responsabilidad en el mundo sociodigital. ¿De quién es la culpa, de Wikipedia o de quien cree ciegamente en Wikipedia?
Anoche, después de la cena, todos los asistentes tenían una opinión acerca de Wikipedia, de por qué no era una fuente confiable, que por qué no le ponen más candados aunque cobren, que por qué sí y por qué no.
La opinión de los sabiondos, de aquellos que tienen la respuesta. Me dio sueño. Políticamente cambié de rumbo la conversación y a los pocos minutos me despedí. Era demasiado conocimiento de la difusión del arte, de las noticias, de la información y el internet en general para mí. Me fui.
Entonces pensé que las dos personas que tienen acaparada mi admiración y mi respeto últimamente lograron encontrar su posición como artistas e intelectuales gracias a medios de difusión no corrientes para sus respectivas disciplinas en aquella época. Leonard Cohen y Woody Allen encontraron su propio espacio, su propio camino, su propio escaparate sin corromper su obra o su punto de vista. Los admiro como dos de las persona vivas con mayor nivel de creatividad.
Me dio coraje que Wikipedia dijera que había muerto, me dio gusto que lo solucionaran pronto, y me llenó de esperanza saber que la era digital sigue siendo mi aliada a pesar de sus errores. Que si Leonard Cohen o Woody Allen no hubieran arriesgado a un escaparate diferente, tal vez no sabría yo de su existencia.
¡Me fascina la era que me tocó vivir!